viernes, 30 de septiembre de 2016
Los derechos urbanos aún no son inteligentes en América Latina.
En los últimos años, el concepto de ciudades inteligentes ha adquirido preponderancia respecto al diseño y funcionamiento de las urbes, pero al mismo tiempo alimenta la inquietud si ese esquema contribuirá al acceso a diferentes derechos para sus habitantes.
“Detrás del concepto, hay un trabajo de ‘marketing’ muy grande, más que un trabajo real de conceptualización. Existe como una idea muy global, como la creación de infraestructura urbana en la que se mezclan medios digitales y físicos”, señaló a IPS el cofundador de la organización no gubernamental mexicana Medialabmx, Leonardo Aranda.
El experto, cuya organización se desempeña desde 2013 en el desarrollo y apropiación de la tecnología con fines sociales y culturales, sostuvo que está por ver si las urbes inteligentes “se convierten en una solución o si simplemente son una charada, en la cual las grandes corporaciones buscan la inversión pública muy grande que existe y encontraron un discurso muy vendible y que las ciudades están comprando”.
"Las ciudades tienen que cubrir primero lo básico de los requerimientos para luego poder entonces aspirar a algo tan sofisticado, como la conexión a Internet. Aceptamos y tratamos de asimilar la tecnología y que esta ayude a los procesos, pero cuando no se puede andar en la calle con el celular en la mano, ¿qué inteligencia tiene esa ciudad?”: Zulma Bolívar.
Para Aranda, las tecnologías pueden ayudar a resolver problemas urbanos, pero al mismo tiempo pueden crear otros. “Es un problema general de la tecnología, no soluciona problemas por sí sola, tiene que ver con su diseño”, externó.
El Grupo Temático sobre Ciudades Sostenibles e Inteligentes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones las define como urbes innovadoras que utilizan las tecnologías de la información y comunicación y otros medios para mejorar la toma de decisiones, la eficiencia de las operaciones, la prestación de los servicios urbanos y su competitividad, para procurar la satisfacción de las necesidades económicas, sociales y ambientales.
Las ciudades inteligentes, también conocidas por el término inglés de “Smart Cities”, estarán en el foco de la Tercera Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), que acogerá Quito entre el 17 y el 20 de octubre, organizada por ONU Hábitat.
De hecho, en el borrador de la “Declaración de Quito sobre ciudades sostenibles y asentamientos humanos para todos”, acordado el 10 de septiembre, los Estados parte se comprometen a “adoptar un enfoque de ciudad inteligente, que hace uso de oportunidades de la digitalización, energía limpia y tecnologías, así como tecnologías de transporte innovadoras, proporcionando opciones para la población de tomar decisiones más respetuosas con el ambiente y promover el crecimiento económico sostenible y permita mejorar la prestación de servicios”.
En América Latina, donde 80 por ciento de sus más de 600 millones de habitantes viven en ciudades, las metrópolis medianas y grandes se enfrentan a la congestión vehicular, la contaminación del aire, el estrés hídrico, el crecimiento desordenado, los asentamientos irregulares, el aumento de la temperatura y trámites engorrosos.
Inicialmente, se creyó que el desarrollo de aplicaciones para teléfonos y otros dispositivos inteligentes era la base del entorno digital citadino para atender problemas como el tráfico, baches callejeros o la calidad del aire. No hubo metrópoli que no las creara, pero esa visión pronto quedó rezagada.
En un intento por paliar esos flagelos, varias urbes han procedido a aplicar soluciones inteligentes, cuyos resultados aún no se visualizan claramente.
Brasil alienta el proyecto de acceso a banda ancha, mediante una llamada Red de Ciudades Digitales, que abarca a 300 municipios. Río de Janeiro, además, puso en marcha el Centro de Operaciones Río, de la mano de la transnacional estadounidense IBM.
Colombia, por su parte, ejecuta el Plan Vive Digital 2014-2018 y la ciudad de Medellín representa el caso más emblemático de la región, porque coloca a la tecnología como un instrumento y no un fin.
El proyecto Ciudad Inteligente, liderado por la alcaldía de la segunda ciudad colombiana, fomenta el buen uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), anclado en innovación social, sostenibilidad, gobierno abierto y participación ciudadana.
Por esos progresos, esa urbe recibió en marzo pasado el prestigiado Premio a la Ciudad Global Lee Kuan Yew, concedido por la Autoridad para el Resideño Urbano y el Centro para las Ciudades Habitables de Singapur y que distingue a metrópolis socialmente innovadoras.
Chile ha definido cinco diseños para ciudades inteligentes. En abril, la alcaldía de Santiago anunció que la plataforma DOM Digital para trámites y servicios ya estaba en línea en tres demarcaciones territoriales de las 52 del área metropolitana.
En Uruguay, el mayor exportador de programas informáticos de América Latina, el proyecto Montevideo 2030 busca convertirse en la plataforma de TIC más desarrollada de la región.
A criterio de Zulma Bolívar, presidenta del Instituto Metropolitano de Urbanismo Taller Caracas, la máxima autoridad en la ordenación urbanística de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, la suma de gobernantes y ciudadanos inteligentes da ciudades inteligentes.
“El nombre tiene marketing. Las ciudades tienen que cubrir primero lo básico de los requerimientos para luego poder entonces aspirar a algo tan sofisticado, como la conexión a Internet. Aceptamos y tratamos de asimilar la tecnología y que esta ayude a los procesos, pero cuando no se puede andar en la calle con el celular en la mano, ¿qué inteligencia tiene esa ciudad?”, planteó la urbanista a IPS desde Caracas.
Para los cinco municipios de área metropolitana capitalina, de unos seis millones de habitantes, opera el Plan Caracas 2020, sobre los vectores de accesible y en movimiento, segura e integrada, sostenible, productiva y emprendedora, gobernable y ciudadana. Pero la crisis institucional y política venezolana ha dado prácticamente al traste con el proyecto.
En su informe “La ruta hacia las Smart Cities: migrando de una gestión tradicional a la ciudad inteligente”, publicado en julio, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destacó que las ciudades latinoamericanas enfrentan retos como seguridad ciudadana, movilidad urbana sostenible, gestión de riesgos, prevención y respuesta a desastres, eficiencia energética, gestión hídrica, manejo de residuos, gobierno electrónico e inclusión digital.
Mediante su Programa Ciudades Emergentes y Sostenibles, el BID asesora desde 2011 a 76 ciudades de la región en áreas como sostenibilidad ambiental y de cambio climático; sostenibilidad urbana, fiscal y de gobernabilidad. Al menos 10 de ellas ya cuentan con estudios de factibilidad en temas de gestión inteligente.
Los especialistas esperan que Hábitat III transmita especificidades sobre la mejor forma para avanzar hacia ciudades inteligentes.
“La declaración (de Quito) puede sonar bien o muy general. La innovación puede significar un montón de cosas, generar redes de transporte inteligentes que permitan movilidad mixta o bien meter unidades nuevas con geolocalizadores”, que implicará mucha inversión pública, señaló Aranda.
Para Bolívar, la cumbre debe atender a las ciudades pequeñas, “donde incluso no hay señal telefónica y no se puede ni siquiera usar un teléfono móvil”.
La urbanista pidió “lograr la equidad, que la distribución de cargas y beneficios sea un poco más homogénea y que el hábitat ofrezca todos los servicios. Si algo debemos proponernos es que el beneficio sea colectivo y ayudar a la gobernabilidad de los países”.
Por Emilio Godoy
http://www.ipsnoticias.net/2016/09/los-derechos-urbanos-aun-no-son-inteligentes-en-america-latina/
jueves, 1 de septiembre de 2016
Tensión por mano de obra inmigrante en Islas Mauricio.
Trabajadores de Bangladesh, China, India y Madagascar emigran a Mauricio principalmente para operar las máquinas de la industria textil de este país insular africano ubicado en el océano Índico. Pero también realizan otro tipo de trabajos, como albañilería, panadería, jardinería y limpieza de casas.
Por octavo año consecutivo en 2016, el informe del Banco Mundial, Facilidad para Hacer Negocios, ubicó a Mauricio en el primer lugar entre las economías africanas, mientras que su producto interno bruto por habitante ascendió a 16.820 dólares, uno de los más altos del continente. Pero el éxito de este país de ingreso mediano alto, de poco más de 1,3 millones de habitantes, oculta un lado oscuro.
"Mauricio ya está invadida por un sentimiento de xenofobia y racismo hacia los trabajadores extranjeros": “Viven como animales”
Las empresas dependen de los trabajadores extranjeros porque los mauricianos son cada vez más reacios a trabajar largas horas en condiciones difíciles. Pero los migrantes viven muy mal y, en muchos casos, hasta de manera indigna.
Maqbool*, de 36 años y oriundo de Bangladesh, dejó a su esposa y sus dos hijos en Daca en 2014 para trabajar en el sector manufacturero de Mauricio, con la esperanza de ganar suficiente dinero y ofrecerle una vida digna a su familia.
“Pagué 150.000 takkas (unos 2.000 dólares) a un agente que me consiguió este trabajo. Se suponía que me pagarían 675 dólares al mes, lo que representa una cantidad enorme en mi país, y estaba dispuesto a cualquier sacrificio para ganarlo”, contó. Pero Maqbool descubrió que su sueldo apenas equivalía a la mitad de la cifra prometida.
Muchos extranjeros narran historias de vida similares. Sacan préstamos o venden las tierras o las joyas de la familia para viajar a Mauricio. “La isla es muy bonita, pero no hay dinero aquí. Me quedo corto cada mes después de pagar mis propios gastos. Envío algo a la familia cada tres meses, pero no ahorro nada”, explicó Massood.*
Los dos hombres se sienten frustrados, ya que en un par de meses tendrán que abandonar la isla y aún no pudieron ahorrar dinero para llevar a casa.
La fuga de la pobreza
La pobreza, el desempleo y el creciente costo de vida en sus países de origen obligan a miles de bangladesíes, chinos, indios y malgaches a buscar trabajo en el extranjero. Unos 40.000 trabajan en el sector manufacturero, la construcción, la hotelería y el transporte de Mauricio.
Su jornada laboral empieza muy temprano en la mañana y termina entrada la noche. Se les obliga a hacer horas extras y no ganan más de 150 dólares al mes.
Un empleado de una conocida empresa textil confirma, a condición de mantener el anonimato, que los extranjeros trabajan día y noche con poco tiempo para el descanso y que viven y duermen en dormitorios poco higiénicos, amueblados apenas con un armario y un delgado colchón lleno de parásitos.
“Siento lástima por ellos. Viven como animales y son impotentes. Aceptan las cosas como son”, manifestó a IPS.
A quienes se resisten o causan problemas en sus lugares de trabajo se les envía de vuelta a sus países. Cientos sufrieron esta suerte en 2015 cuando salieron a la calle para exigir mejores salarios y protestar por sus condiciones laborales. El sindicalista Feisal Ally Beegun asegura que los inmigrantes son trabajadores ejemplares.
A pesar de todo, algunos afirman que están contentos. “Por favor, señor, dígales que me den más trabajo y más dinero, sin ningún problema”, le pidió un trabajador de Bangladesh a IPS, mientras que otros que trabajan en la Compagnie Mauricienne du Textile, que emplea a varios miles de extranjeros, se alejaron cuando vieron a la prensa.
Un guardia de seguridad en la puerta de esta fábrica en la localidad de Phoenix, en el centro de la isla, reveló que los extranjeros tuvieron tantos problemas con la empresa y la policía en 2015 que ahora se niegan a hablar con los medios de comunicación.
Fuente de irritación
La escasa inclinación de la población local hacia el sector textil e industrial y los empleos de baja remuneración dio lugar a la importación de mano de obra para mantener las ruedas de la industria en movimiento. Los trabajadores extranjeros fueron traídos por primera vez en 1992 como medida temporal, mientras la producción pasaba de ser intensiva en mano de obra a intensiva en capital.
Veinticinco años más tarde persiste la presencia de obreros extranjeros ya que el gobierno cree que añaden valor a la economía de la isla. El sindicalista Reeaz Chuttoo discrepa con esa postura.
“El gobierno argumenta que los extranjeros son contratados porque los locales rechazan los puestos de trabajo. La verdad es que el propio gobierno desalienta su incorporación mediante la introducción de contratos a corto plazo de cuatro meses, por ejemplo, en el sector de la construcción, al que los mauricianos se niegan. En el sector de los mariscos, los extranjeros son contratados solo para el turno nocturno, que los locales no quieren”, observó.
“Así que los locales prefieren vender mercancías importadas baratas en la calle en lugar de trabajar largas horas por la noche, aunque tengan que huir de la policía”, afirmó el sindicalista.
Chuttoo advierte que se está generando una explosión social, con alto desempleo, demasiados trabajadores extranjeros e insuficientes empleos para los locales. “Mauricio ya está invadida por un sentimiento de xenofobia y racismo hacia los trabajadores extranjeros”, subrayó.
Jaynarain Mathurah, director de la Unidad Especial de Trabajadores Migrantes del Ministerio de Relaciones Laborales e Industriales, descarta las acusaciones y sostiene que los trabajadores extranjeros gozan de las mismas condiciones laborales que los locales.
“No discriminamos entre ellos. El sector manufacturero de la zona franca se rige por una orden de remuneración que se aplica a todos. Por encima de esto, existe la Unidad Especial de Trabajadores Migrantes que se ocupan de ellos e interviene rápidamente cuando surge un problema con los empleadores”, aseguró a IPS.
El funcionario cree que los extranjeros reciben un buen trato, pero está de acuerdo en que “dado su número, sucede que no somos capaces de visitar con tanta frecuencia como desearíamos”.
“Creemos que están bien con respecto a sus salarios y sus condiciones de vida y de trabajo. Aparte de sus salarios, también reciben alojamiento, comida y transporte”, añadió.
Según Mathurah, los empleos con salarios bajos son comunes en los países en desarrollo que incorporaron zonas francas industriales con el fin de generar puestos de trabajo. Los inversores siempre están en busca de mano de obra barata y calificada y ahora muchas empresas en Mauricio pretenden ampliar sus actividades y necesitan mano de obra especializada, indicó.
* Los nombres se cambiaron para proteger su identidad.
Por Nasseem Ackbarally
http://www.ipsnoticias.net/2016/08/tension-por-mano-de-obra-inmigrante-en-mauricio/
Traducido por Álvaro Queiruga
viernes, 5 de agosto de 2016
Carácter, salud: lo que un apretón de manos revela de ti
Hay detalles en la manera en la que ejecutamos este saludo que indican con precisión nuestra edad real y alerta de posibles enfermedades
A una persona con experiencia y curiosidad, un apretón de manos, ese gesto que realizamos 15.000 veces a lo largo de nuestra vida, le puede decir todo lo que necesita saber para formarse una primera impresión: su grado de confianza en sí mismo, su poder o su agresividad. Pero hay más. Según investigaciones recientes publicadas en la revista Plos One, de la ONG estadounidense PLOS (siglas de Public Library of Science), la manera en que se da un apretón de manos es un buen indicador de la edad biológica y del nivel educativo de una persona.
La investigación –basada en los resultados de medio centenar de casos llevados a cabo en todo el mundo con personas de edades diferentes– concluye que, sumada a otros marcadores biológicos –el declive mental, la presión arterial, la fuerza en las piernas, el estado de las arterias y la capacidad de recuperación luego de un internamiento hospitalario–, la fuerza del apretón de manos podría ser una de las formas más eficaces de medir la edad real de las personas.
“El apretón de manos es fácilmente medible y hallamos una gran cantidad de datos con esta prueba en la mayoría de las investigaciones importantes sobre el envejecimiento en el mundo", precisa uno de los autores del estudio, Warren Sanderson, investigador del IIASA (International Institute for Applied System Analysis), con sede en Viena, y de la Universidad de Stony Brook, cerca de Nueva York.
“La prueba de vigor del apretón de manos mostró, entre otras cosas, que las personas con un nivel de formación superior envejecen más despacio que las que dejaron los estudios antes de terminar el bachillerato”, precisa Serguei Scherbov, director de las investigaciones demográficas en el IIASA y principal autor del estudio, quien opina que el test de fuerza del apretón de manos debería ser parte de los exámenes médicos para evaluar el estado de salud de los pacientes, ya que, según parece, entre los más jóvenes el apretón de manos puede ayudar a predecir algunos riesgos de mortalidad.
Un estudio llevado a cabo en Suecia a lo largo de 25 años, con 1,14 millones de adolescentes nacidos entre 1951 y 1976, indica que quienes tienen un apretón de manos más débil que el promedio tienen mayores riesgos de mortalidad.
Dame la mano y te diré cómo eres
Aunque los estudios sobre el apretón de manos no dejan de descubrir nuevos elementos, hace ya tiempo que la psicología ha puesto a nuestra disposición una suerte de interpretación de los apretones de manos más comunes y de lo que estos nos revelan de la persona que nos da la mano. Así, han surgido los siguientes cinco modelos.
El pez frío: Este apretón, frágil y blando, da la impresión de que se trata de una persona de carácter pasivo y débil. Es uno de los más desagradables, especialmente si la mano que nos ofrecen está fría.
El quebrantador de nudillos: Suelen practicarlo las personas que quieren dar la impresión de duras y de que dominan completamente la situación.
El guante: Se llama así cuando nuestra mano queda entre las dos manos de la otra persona. Suele darlo el que inicia la conversación para dar a entender lo amable, afectivo y sincero que es. Sin embargo, a menudo surte en nosotros el efecto contrario y hace que desconfiemos.
El brazo rígido: Cuando alguien nos ofrece su mano manteniendo el brazo rígido. En este caso, podemos estar bastante seguros de que se trata de un tipo agresivo que intenta controlarnos.
El apretón del dedo: Se llama así cuando la otra persona no nos da realmente la mano, sino que se limita a dejar sus dedos (incluyendo el pulgar) fláccidamente en nuestra mano. Ello delata a una persona con muy poca confianza en sí misma.
DAME LA MANO
La ciencia que estudia todo lo relativo al tacto se llama háptica, término que proviene del griego háptō, “tocar”, e incluye el estudio del saludo mediante un apretón de manos, que no es un invento de la sociedad moderna, ni exclusivo de Occidente, sino uno de los gestos de socialización más antiguos de la Humanidad. Su origen se remonta a más de 5000 años, como atestiguan los jeroglíficos egipcios que representan pactos y arreglos entre hombres y deidades que, solemnemente, aprietan sus manos en señal de acuerdo.
Aunque el apretón de manos ya pertenecía hacía mucho tiempo a la “coreografía social”, hacia el año 1800 a.C. se produjo en Babilonia uno de los antecedentes históricos más importantes de este saludo, ya que con ocasión de la festividad de Año Nuevo, el monarca debía realizar un acto de sumisión al dios babilonio Marduk, que consistía en dirigirse a su estatua y estrechar su mano en señal de respeto. Este acto, que inicialmente simbolizaba un traspaso de poder, se modificó tras la guerra en la que los asirios invadieron Babilonia, ya que para evitar que el pueblo conquistado se rebelara, también los reyes asirios empezaron a estrechar la mano de Marduk y adoptaron la tradición, llevándola luego como propia a todo Medio Oriente.
En Grecia y en Roma la gente también solía saludarse estrechándose las manos, aunque lo hacían agarrando la muñeca de la otra persona y apretando fuerte. Esta forma, muy conocida gracias al cine de género, se remonta a la antigua Grecia, donde al cruzarse dos aldeanos o viajeros de pueblos y lenguas diferentes, lo primero que hacían era extraer sus dagas y ver cómo reaccionaba la otra persona. Si mostraban signos de no querer pelear, procedían a enfundar la daga y agarraban fuertemente la muñeca derecha del contrincante y empezaban a dialogar tranquilamente.
ALESSANDRO RYKER
http://elpais.com/elpais/2014/06/02/icon/1401705156_351488.html?platform=hootsuite
viernes, 22 de julio de 2016
Los CIE: un excelente negocio para las grandes empresas.
El periodista Toni Martínez denuncia en ‘Los CIE, el Guantánamo español’ (360º Reportajes), las violaciones de derechos humanos en estos centros y cómo los “tentáculos” de las empresas han llegado hasta ellos: limpieza, cocina, servicios sanitarios, trabajo social…
Porque conviene a la Unión Europea y a su proyecto de control fronterizo. Porque es una herencia de anteriores gobiernos y nadie (hasta ahora) se ha planteado su cierre. Porque sirve como parche a la política migratoria estatal y europea. Para crear dentro de la población inmigrante la sensación de inseguridad. Por todo ello existen los Centros de Internamientos de Extranjeros (CIE), según el periodista Toni Martínez, colaborador de La Marea. Pero, sobre todo, los CIE existen “porque la sociedad no conoce realmente lo que sucede allí dentro”. Martínez se prometió escribir sobre ellos hasta que la gente se enterara. Y ahora acaba de terminar un libro que saldrá a la venta a mediados de agosto, cuyo título resume la esencia de estas cárceles: Los CIE, el Guantánamo español (360º Reportajes).
En él denuncia, además, el negocio que se ha montado alrededor de estos centros: “Quien ha estado cerca conoce el ajetreo de coches y furgonetas de la empresa Clece entrando y saliendo. Esta empresa, de la que es máximo accionista el empresario y presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se encarga de la limpieza. Es casi imposible conocer las condiciones del contrato de Clece con el Gobierno, que, pese a ser de interés general, no se ha publicado”, escribe Martínez. La cocina, los servicios sanitarios y de trabajo social también dependen, indica el autor, de empresas privadas. “Algunos internos del CIE de Aluche se refieren a los médicos como doctor Ibuprofeno, por la sobredosis de fármacos relajantes y analgésicos de ese estilo que reciben”, prosigue el periodista, que destaca que el convenio que más rechazo ha provocado entre las organizaciones en defensa de los derechos humanos ha sido el que firmaron el Gobierno y la Unión Temporal de Empresas, formada por Air Europa y Swiftair, para el traslado de extranjeros a sus países de origen a otros centros. “El presupuesto para estos servicios desde abril de 2015, y durante un año, fue de casi 12 millones de euros, aunque el coste final dependerá del número de vuelos realizados”, detalla.
Martínez asegura que muchas ONG se han negado a colaborar con lo que consideran que es un sistema que vulnera los derechos humanos: “Otras, como Cruz Roja, creen que colaborando pueden mitigar el sufrimiento de los internos e internas”. En este reparto también entra la Iglesia católica, que llegó a un acuerdo con el Ministerio para asistir religiosamente a los internos e internas: “Yo creo que ellos piensan que aquellas personas que están allí son delincuentes o que vienen de familias y entornos desestructurados y ahí aparecen ellos como un acto de caridad. Esa visión está muy alejada de la realidad. En los CIE hay personas de cualquier condición, la discriminación en este caso es únicamente racial, pero no entiende de estudios o posición social y/o económica”.
¿Qué pasa en los CIE?
Pues más que lo que pasa, podemos hablar de lo que nos dicen que pasa, tanto los internos como la Policía. Lo primero que hay que decir es que son centros de detención de inmigrantes muy opacos. Si hablas con la Policía, y consigues que alguien del Ministerio del Interior te cuente cómo son las condiciones de los internos que allí están por haber cometido una falta administrativa (no tener papeles), te pintan una situación ideal. Eso contrasta mucho con las denuncias públicas y judiciales de los internos e internas que han pasado por allí. Han habido muertes, denuncias de torturas y vejaciones, motines, intentos de fuga…
¿Has entrado en alguno de ellos?
Pues la verdad es que sí he podido entrar. Eso sí, nunca como periodista ya que tenemos vetado el acceso. La primera vez fui a visitar a un joven boliviano que me detalló en un plano las deplorables condiciones en las que se encontraba. Fue en la sala de visita y hablábamos a través de un cristal y rodeado de policías. Como no podía contarme nada, me lo narró todo en una pequeña carta. La segunda vez lo hice acompañado de un abogado y fue para asistir a Noura, una joven marroquí que fue llevada al CIE de Zapadores, en Valencia, tras denunciar haber sufrido acoso sexual por parte de un policía en Alicante. Noura llevó su denuncia al juzgado pero a los pocos días fue deportada a su país de origen y el caso de presuntos abusos sexuales quedó archivado, ya que la principal testigo no se encontraba en España. Luego he vuelto a ir varias veces para visitar a internos.
Con las violaciones de derechos que se denuncian cada día en esos centros, ¿en qué lugar quedan los jueces encargados precisamente de ser los garantes de los derechos de los internos?
Hay de todo. La norma es que los jueces, con la carga de trabajo que tienen, no dediquen muchos esfuerzos a la vigilancia de estos centros. Hay casos destacables, precisamente porque son pocos, como el del juez de vigilancia de Madrid, Ramiro García de Dios, que dictó varias sentencias obligando a mejoras en los centros y a que las ONG pudieran entrar en los CIE.
¿Qué papel ha tenido el Frontex en la consumación de estas cárceles?
Total. Están en el origen de todo. El control de fronteras era básico por aquel entonces en la Unión Europea.
¿Cómo defines la política migratoria?
Errónea y sin hoja de ruta. España, y Europa no sabe qué es lo que quiere en materia migratoria, cuando necesita a los inmigrantes mira hacia el otro lado, pero en época de crisis, se dedican a la represión. Por supuesto, mención aparte merece el tema de los refugiados que vienen huyendo de las guerras, algo que debería hacernos sonrojarnos como europeos y como seres humanos.
En el caso de las mujeres, cuentas que el infierno se amplía. ¿Cómo se puede introducir una perspectiva de género en estos centros?
Es necesario tener esta perspectiva de género. Las humillaciones para ellas son mayores, tienen problemas concretos que los hombres no tienen. Al hecho de estar privadas de libertad súmale todas las humillaciones que tienen que sufrir por ser mujeres, el tema de la higiene íntima, las miradas de los policías y del resto de los internos, etc… Además, generalmente ellas son las que en el exterior mantienen el núcleo familiar, con lo cual su internamiento provoca inmediatamente el desmantelamiento de ese núcleo, los niños y niñas se sienten desamparados, por ejemplo.
¿Por qué importa tan poco en el debate político?
Porque requiere un esfuerzo y seguramente supondría un desgaste electoral. Venimos de una crisis económica brutal en la que por suerte la xenofobia no ha estallado, pero el riesgo está siempre ahí y por eso los grandes partidos eliminan afrontar el tema de los CIE en su agenda política, demasiado desgaste.
¿Cómo crees que terminará el conflicto en Barcelona con el Ministerio del Interior?
Lamentablemente creo que el Ministerio del Interior tendrá más fuerza que el Ayuntamiento de Barcelona. La idea del Gobierno de Ada Colau está muy bien traída, “si usted quiere licencia para reabrir el CIE, asegure que dentro se cumplen con todas las condiciones higiénicas y de respeto a los derechos humanos”. Pero el Ministerio creo que va a hacer valer su fuerza y va a pasar por encima de cualquier ordenanza municipal.
Ni siquiera han bastado las muertes para cerrarlos. ¿Hasta cuándo habrá CIE? ¿Qué tiene que ocurrir para que desaparezcan?
Está claro que mientras gobierne el PP y/o Ciudadanos, vamos a tener CIE para rato. Me parece que la apuesta de los llamados “ayuntamientos del cambio” de poner al CIE en la agenda política es muy interesante, pero recordemos que cuando el PSOE gobernaba no se planteó el cierre, de hecho prometió durante años un reglamento que al final tuvo que sacar adelante el PP de Rajoy. La única solución para que desaparezcan es que se conozca lo que sucede allá dentro y para eso hay que crear una masa crítica.
http://www.lamarea.com/2016/07/21/los-cie-excelente-negocio-las-grandes-empresas/
https://ciesno.wordpress.com/
viernes, 15 de julio de 2016
Degradación de los suelos amenaza nutrición en América Latina.
Detener y neutralizar la degradación de los suelos es vital para la sostenibilidad ecológica de América Latina y el Caribe, al igual que para la seguridad alimentaria de sus países.
“Todo el mundo sabe la importancia del agua, pero no todos entienden que el suelo es más que donde ponemos los pies, es el que nos provee de alimentos, de fibra, de materiales para la construcción, donde se retiene el agua, donde se almacena el carbón atmosférico”, destacó Pilar Román, de la oficina regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Actualmente, más de 68 por ciento de la superficie sudamericana está afectada por la erosión: 100 millones de hectáreas de tierras fueron degradadas por la deforestación y 70 millones debido al sobrepastoreo.
“Todo el mundo sabe la importancia del agua, pero no todos entienden que el suelo es más que donde ponemos los pies, es el que nos provee de alimentos, de fibra, de materiales para la construcción, donde se retiene el agua, donde se almacena el carbón atmosférico”: Pilar Román.
La desertificación, por ejemplo, golpea a 55 por ciento de la extensa región del Nordeste de Brasil, que con casi 1,6 millones de kilómetros cuadrados aglutina a 18 por ciento de la superficie del país, afectando buena parte de sus cultivos básicos, como maíz y frijol.
En Argentina, México y Paraguay, más de la mitad del territorio sufre problemas vinculados a la degradación y desertificación. En Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, se estima que entre 27 y 43 por ciento del territorio sufre problemas de desertificación.
Un caso grave es el de Bolivia, donde seis millones de personas, equivalentes a 77 por ciento de su población, vive en áreas degradadas.
La situación no varía demasiado en el resto de la región. Según el Atlas de Suelos de América Latina y el Caribe de la FAO, en El Salvador la erosión hídrica afecta 75 por ciento de la superficie, mientras que en Guatemala 12 por ciento de la superficie se encuentra amenazada por la desertificación.
La FAO subraya que 95 por ciento de los alimentos que consume la población mundial provienen de un suelo que hoy, a nivel global, está más degradado y pobre en nutrientes.
Los datos señalan que 80 ciento de los suelos agrícolas sufren actualmente de erosión moderada a severa y otro 10 por ciento enfrenta una erosión ligera. Por lo tanto, apenas un 10 por ciento de los suelos fértiles del planeta están sanos.
Para concientizar sobre la gravedad de este flagelo, el viernes 17 de junio se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, que este año tiene por lema “Proteger el planeta. Recuperar la tierra. Participación de la gente”.
La idea es alertar a la población mundial sobre los peligros que conllevan la desertificación y la degradación de las tierras.
“Sin una solución a largo plazo, la desertificación y la degradación de las tierras no solo afectarán el suministro de alimentos, también propiciarán un aumento de las migraciones y pondrán en peligro la estabilidad de muchas naciones y regiones”, aseveró Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas, con motivo de esta jornada mundial.
Román, de la oficina de Apoyo Técnico a la Coordinación Subregional de América del Sur de la FAO, explicó a IPS que existe una estrecha relación entre pobreza, desertificación y degradación.
“Numerosos estudios demuestran que las comunidades más pobres y vulnerables son las que tienen peor acceso a los insumos. Una comunidad pobre tiene acceso a una tierra menos fértil, tiene menos acceso a semillas, a agua, a recursos productivos, menos acceso a maquinaria agrícola y a incentivos”, afirmó.
Algunas terrazas construidas por los indígenas atacameños en la aldea de Caspana, en la región de Antofagasta, en el norte de Chile. Esta técnica milenaria de cultivo representa una adaptación al clima y al árido suelo para garantizar la alimentación de los pueblos de altiplano andino. Crédito: Marianela Jarroud/IPS
Agregó que “dentro de esas comunidades pobres las personas más vulnerables son las mujeres, que tienen menos títulos de propiedad y menos acceso a incentivos económicos, y las comunidades indígenas”.
“Hay una relación directa en esta dirección y viceversa: un suelo degradado va a provocar que una comunidad migre y que haya conflictos en torno a un recurso limitado”, dijo en una entrevista en la oficina regional de la FAO en Santiago.
Un ejemplo es lo que acontece en Chile, donde 49 por ciento del territorio está erosionado y 62 por ciento desertificado.
Para hacer frente a esta grave realidad, las autoridades actualizaron su mapa de degradación de la tierra a fin de diseñar e implementar actividades estratégicas de mitigación y adaptación al cambio climático.
Esa actualización se realizó cruzando antecedentes meteorológicos y bioclimáticos de los últimos 60 años, además de fisiográficos e indicadores socio económicos, de recursos naturales y medio ambientales.
Efraín Duarte, autor de esa actualización y especialista de la consultora privada Sud-Austral, explicó a IPS que “las principales causas directas de la desertificación, degradación de la tierra y sequía a nivel nacional se atribuyen a la deforestación, degradación de los bosques, los incendios forestales y los procesos subsecuentes de cambio de uso de la tierra”.
Añadió que “se debe agregar el impacto del cambio climático sobre la variabilidad del clima”.
Según varios estudios, al menos 25 por ciento del déficit de precipitación durante la actual sequía en Chile, que se prologa por casi un lustro, es atribuible al cambio climático antrópico, subrayó Duarte.
Como causas indirectas mencionó “la deficiencia en las políticas públicas de fiscalización, regularización y fomento de recursos ‘vegetacionales’ (bosques, arbustos y matorrales), combinado con la pobreza rural, los bajos conocimientos y valoración cultural de los recursos vegetacionales por parte de la sociedad”.
Con base en la actualización del mapa, el gobierno fijó una estrategia nacional que apunta a “apoyar la recuperación y protección de bosque nativo y formaciones xerofíticas, así como potenciar el establecimiento de formaciones vegetacionales en suelos factibles de forestar”.
Según Duarte, “Chile puede realizar acciones tempranas de mitigación enfocadas en el combate a la deforestación, degradación forestal, la extracción excesiva de productos forestales, los incendios forestales, la sobrecarga animal, la sobre-utilización y manejo insustentable del suelo y, por último, el empleo de tecnologías no apropiadas para ecosistemas frágiles”.
El experto advirtió que la lucha contra la desertificación es una responsabilidad compartida a nivel nacional e internacional.
Román coincidió con esa apreciación y planteó que la prevención de la degradación se combate “de una manera holística, con bases de información adecuadas, capacitación y concienciación a las comunidades y a los agentes de toma de decisión sobre la protección del suelo”.
También se logra en la producción agrícola, evitando las malas prácticas, que priorizan el rendimiento a corto plazo, y la presión sobre el recurso suelo, agregó.
Para la FAO, a largo plazo las formas sustentables de producción agrícola permitirán producir 58 por ciento más de alimentos, además de proteger el recurso suelo para las futuras generaciones.
La prevención no solamente consiste en aplicar técnicas a nivel de campo, sino también a nivel de gobernanza, de instrumentos legales y de trabajo con las comunidades, advirtió Román.
Si bien el ideal es prevenir la degradación y la desertificación, existen algunas experiencias exitosas de recuperación o reversión de zonas desertificadas.
En Costa Rica, por ejemplo, los dos principales causantes de la degradación se han reducido entre 1990 y 2000. La deforestación pasó de afectar a 8.000 hectáreas, de las 22.000 afectadas, mientras que los incendios forestales disminuyeron de 7.103 hectáreas a 1.322.
Román subrayó que, como forma de mitigación, es muy relevante ampliar la gama de alimentos que se consumen y que actualmente proviene, en 60 por ciento, de papa, arroz, trigo y maíz, apenas cuatro de las 30.000 plantas comestibles identificadas.
“Por un lado, las plantaciones de monocultivos de estas plantas son uno de los factores de la degradación de los suelos y, por otro, una ingesta calórica basada en carbohidratos de estas plantas crea una malnutrición”, advirtió.
http://www.ipsnoticias.net/2016/06/degradacion-de-los-suelos-amenaza-nutricion-en-america-latina/
Editado por Estrella Gutierrez
jueves, 14 de julio de 2016
El futuro de las ciudades depende de la agricultura urbana.
La conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicada a las ciudades, Hábitat III, explorará las posibilidades de la agricultura urbana como solución para garantizar la seguridad alimentaria. Pero en Nueva York, resultó tener un impacto mucho mayor.
En las ciudades de todo el mundo se registran niveles históricos de desigualdad. Aun en Nueva York, corazón del mundo rico, muchos sectores no tienen garantizada su seguridad alimentaria.
En la conferencia Hábitat III, que se realizará del 17 al 20 de octubre en Quito, será la primera vez en 20 años que la comunidad internacional se reúne a analizar las consecuencias de la urbanización y a pensar en una nueva estrategia global, la Nueva Agenda Urbana.
En Nueva York, el precio de los alimentos aumentó 59 por ciento desde 2000, a diferencia del salario promedio de los trabajadores adultos, que solo se incrementó 17 por ciento.
Alrededor de 42 por ciento de los hogares no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, vestimenta, transporte y salud, pero superan el monto necesario para recibir asistencia estatal.
En 2015, se creó el plan OneNYC, vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que se propone sacar a unas 800.000 personas de la pobreza en una década.
“OneNYC tiene grandes expectativas y se esfuerzan mucho por atender la igualdad en el sistema de alimentación y en la gestión de los desperdicios, asegurándose que cada vez más ciudadanos tengan acceso a alimentos saludables y buenos”, explicó Michael Hurwitz, director del mercado verde de GrowNYC y quien trabaja en OneNYC, al ser consultado por IPS.
“En una ciudad como Nueva York, la agricultura urbana puede desempeñar varios papeles además de alimentar a su población, desde educación hasta ofrecer espacios seguros y ayudar a compensar el presupuesto destinado a la alimentación”, detalló Hurwitz.
La agricultura urbana desempeña un papel significativo en la alimentación de la población citadina en todo el mundo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que 800 millones de personas cultivan verduras y frutas o crían animales en las ciudades, produciendo lo que, según el Instituto Worldwatch, representa la asombrosa proporción de entre 15 y 20 por ciento de la producción mundial de alimentos.
Eso ocurre en lugares del mundo donde la agricultura urbana o periurbana representa entre 50 y 75 por ciento del consumo de verduras de la ciudad.
En África, se estima que alrededor de 40 por ciento de las poblaciones urbanas se dedican a la agricultura. Los pobladores que viven en las ciudades desde hace tiempo o los que se instalaron hace poco plantan porque tienen hambre, saben cómo cultivar, además de que el valor de la tierra es bajo y los fertilizantes, baratos.
Pero en Estados Unidos, la agricultura urbana probablemente tenga un mayor impacto sobre la seguridad alimentaria en lugares que, en cierta forma, son más parecidos al Sur global, es decir en ciudades o vecindarios donde el ingreso promedio es bajo y hay una gran necesidad de contar con alimentos asequibles.
Hurwitz observó el poder transformador de la agricultura cuando fue trabajador social en Redhook, en Brooklyn, un barrio donde los ingresos de 40 por ciento de los hogares eran inferiores a 10.000 dólares al año. En ese lugar, trabajó en una huerta comunitaria con adolescentes de entre 16 y 17 años en un programa dependiente del sistema de justicia. Los jóvenes llevaban la cosecha a su hogar o la vendían en mercados, restaurantes locales y otros comercios.
“Nuestros jóvenes se volvieron agentes de cambio en sus comunidades. Nadie quería trabajar con muchos de los adolescentes con los que trabajamos, pero cuando se convirtieron en la principal fuente de alimentos saludables en su barrio en el mercado de productos orgánicos, sus pares y los adultos se dieron cuenta de que eran quienes en realidad estaban generando un cambio en la comunidad”, explicó.
El sistema se amplió a través de GrowNYC, una organización no gubernamental que trabaja desde la oficina del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
La organización trabaja con 6.000 muchachos al año y ofrece materiales para que el personal docente trabaje con ellos en el aula. Su programa Grow to Learn (cultiva para aprender) está a cargo de todas las huertas escolares de esta ciudad. Además, lleva adelante un proyecto de minipréstamos y ofrece asistencia técnica y capacitación a los maestros sobre el cuidado de las huertas.
En el Bronx Sur, el más pobre de los 435 distritos congresuales de Estados Unidos en 2010, viven 52.000 neoyorkinos con ingresos muy bajos, 42 por ciento de los cuales por debajo de la línea de pobreza, y se lo conoce como “desierto alimentario”.
Cuando GrowNYC fue por primera vez allí, un policía les advirtió: “No querrán entrar, no es seguro”, recordó Hurwitz. “Pero en dos meses, un rincón difícil se convirtió en una esquina grandiosa, de maravillosa actividad porque había jóvenes vendiendo alimentos a sus vecinos”.
Desde hace años, el programa “Learn it, Grow it, Eat it” (Aprende, cultiva y come), de GrowNYC, trabaja con escuelas en el Bronx Sur, ayudando a formar líderes ambientales, explicó. La iniciativa se encarga de uno de los puestos agrícolas de jóvenes de la organización, capacitándolos en administración y agricultura para que puedan gestionar sus propios puestos de verduras.
“Hemos visto muchachos comenzar en nuestro mercado para jóvenes y pasar a ser administradores del programa”, relató Hurwitz.
En Nueva York no se trata solo de producir una cantidad estandarizada de alimentos para las comunidades necesitadas, sino de reflejar la diversidad cultural.
“Tenemos agricultores en nuestro programa que cultivan productos por unos 150.000 dólares por 1,5 acre (alrededor de 0,6 hectáreas) en Staten Island”, la isla frente a Manhattan, indicó Hurwitz. Los mexicanos plantan cultivos tradicionales para alimentar a su comunidad, que sino no tendría acceso a los alimentos a los que están acostumbrados.
Aparecieron los grandes operadores de invernaderos y se pusieron de moda.
Pero el cultivo de una variedad limitad de verduras de gran calidad no bastará para alimentar a las poblaciones urbanas. “Preferiría que se volcaran dos millones de dólares a la preservación de las plantaciones rurales con el fin de alimentar a las ciudades”, apuntó.
“De esa forma se podrán llevar los alimentos a las ciudades, garantizar que todo el mundo acceda a ellos y asegurar que las granjas sigan siendo viables”, explicó Hurwitz.
Los pronósticos indican que la población de las ciudades se duplicará en los próximos 30 años, según el Atlas de Expansión Urbana.
“La seguridad alimentaria es uno de los grandes temas que concentrarán la atención de los participantes en la conferencia Hábitat III, en relación con la urbanización”, subrayó Juan Close, director de ONU Hábitat.
http://www.ipsnoticias.net/2016/07/el-futuro-de-las-ciudades-depende-de-la-agricultura-urbana/
miércoles, 29 de junio de 2016
¿Qué son alimentos transgénicos?
Los alimentos transgénicos son aquellos que han sido producidos a partir de un organismo modificado mediante ingeniería genética y al que se le han incorporado genes de otro organismo para producir las características deseadas.1 En la actualidad tienen mayor presencia de alimentos procedentes de plantas transgénicas como el maízo la soja.
En Estados Unidos la soja es el alimento más modificado genéticamente para que tenga más ácido oleico. Este ácido reduce los niveles de colesterol malo en sustitución de otras grasas.
Los alimentos transgénicos son aquellos que en su composición tienen una alteración de ADN, la cual permite crear mutaciones con ciertas características determinadas y preconcebidas. A diferencia de los alimentos naturales, que son traídos desde los cultivos, este tipo de alimentos tiene una alteración en laboratorio, que posteriormente afecta todo el producto y la cosecha. Estos tipos de alimentos fueron creados a partir de la biotecnología, que puede transferir un gen de un organismo a otro para dotarle de alguna cualidad especial que normalmente no posee.
Actualmente ya se empiezan a conocer algunos alimentos cárnicos con alteraciones genéticas, pero la mayoría de los alimentos transgénicos de la actualidad son de origen vegetal, como por ejemplo las frutas, granos y cereales. En un principio, la idea de modificar los alimentos parecía ser una gran idea para favorecer al consumidor, solucionar problemas de hambre mundial e incluso para favorecer la agricultura, pero con el paso de los años, diferentes estudios determinaron que este tipo de alimentos alterados tienen muchos peligros para la salud, afectan las industrias agrícolas y sus desventajas se han convertido incluso en un problema social, entre quienes imponen el uso de estos productos y quienes quieren conservar los alimentos naturales.
¿Cuáles son los efectos de los alimentos transgénicos en la salud?
Tras largas investigaciones, experimentos y estudios, se han constatado hasta el momento los siguientes efectos negativos sobre la salud:
Aparición de nuevas alergias, debido a que estos alimentos contienen nuevas toxinas y alérgenos con impacto negativo en el organismo. Una prueba de esto, fue el conocido caso del Maíz Starlink (2000) en Estados Unidos. En la cadena alimentaria se encontraron trazas de maíz transgénico no autorizado que provocó serias reacciones alérgicas.
Aparición de genes resistentes a los antibióticos en bacterias patógenas para el organismo. Esto quiere decir que algunas de las bacterias recibirán la fuerza que necesitan para ser inmunes a ciertos medicamentos.
Mayor incremento de contaminación en los alimentos, por un mayor uso de productos químicos en el proceso de cultivo.
Un estudio realizado en Austria, demostró que estos alimentos reducen la capacidad de fertilidad, pues en un experimento hecho con ratones, se llegó a la conclusión que aquellos que se alimentaron con maíz modificado genéticamente, fueron menos fértiles en comparación con aquellos que comieron maíz natural.
A largo plazo no se ha podido establecer los riesgos en la salud que puede tener el consumo de alimentos transgénicos. Sin embargo se sospecha que pueden influir en la aparición de ciertas enfermedades, como el cáncer.
¿Qué otros peligros tienen los alimentos transgénicos?
Los peligros que actualmente tienen los alimentos transgénicos van más allá de lo que pueden causar en la salud. Si bien el campo de la salud es muy importante y sigue siendo materia de investigación, también hay otros riesgos importantes que se debaten día a día entre naciones y organizaciones preocupadas por la situación.
Afectan gravemente el medio ambiente
Los cultivos transgénicos suponen aumentar el uso de productos tóxicos en la agricultura. Este tipo de productos no sólo pueden afectar al producto transgénico, sino que también afectan gravemente variedades tradicionales, acabando con ellas y provocando una pérdida irreversible para la biodiversidad. Se han conocido muchos casos en que los agricultores se ven obligados por ley, a sólo a cultivar semillas transgénicas y, como consecuencia, se ha ido perdiendo la semilla tradicional.
Tienen un impacto negativo en la economía
El desarrollo de los transgénicos está en manos de unas pocas empresas multinacionales que, por el momento, siguen expandiéndose a nivel mundial y que en cuestión de tiempo acabarán apoderándose del mercado de las semillas de todo el mundo y, obviamente, de la producción de los alimentos. Este tipo de productos suelen tener mayor impacto en el mercado, ya que las alteraciones permiten crear productos con características que atraen mucho al consumidor. Además suelen ser más económicos y están acabando con la producción de aquellos agricultores que siembran y cosechan productos naturales, pero que no pueden ser vendidos a precios tan bajos como los transgénicos.
¿Cuáles son los alimentos transgénicos más comunes?
Actualmente las grandes multinacionales continúan trabajando para obtener más alimentos transgénicos, inclusive con productos cárnicos. A continuación te nombramos los alimentos transgénicos más comunes en el mercado.
Maíz y todos sus derivados (harinas, salvados, aceite, jarabe, entre otros),
Soja y sus derivados
Algodón
Patatas
Caña de azúcar
Arroz
Tomates de larga duración
Fresas
Piñas
Pimientos
Entre otros.
http://www.ecoticias.com/alimentos/116701/alimentos-transgenicos
http://mejorconsalud.com/cuales-son-los-peligros-de-los-alimentos-transgenicos/
https://es.wikipedia.org/wiki/Alimento_transgenicos
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