“La historia de la alimentación ecológica consiste más en un renacimiento que una revolución, ya que hasta la década de 1920 toda la agricultura en general era orgánica, aunque en realidad lo ecológico va más allá de la ausencia de fertilizantes y pesticidas modernos.”
La aparición del DDT En realidad no fue hasta la Segunda Guerra Mundial que los métodos de cultivo cambiaron drásticamente y ello se debió a que la investigación sobre los productos químicos diseñados como armas de guerra, demostró que también eran capaces de matar a los insectos.
En 1939, Paul Muller desarrolló el DDT, el primero de una nueva clase de insecticidas, los Hidrocarburos clorados que comenzaron a emplearse para contrarrestar los problemas de las plagas. Desde entonces, surgió una nueva forma de agricultura donde el uso de productos químicos fue ampliamente promovido. Esto llevó a la destitución pura y simple de los Si bien el movimiento orgánico moderno había comenzado al mismo tiempo que la agricultura industrializada, en Europa en torno a la década de 1920, cuando un grupo de agricultores y consumidores buscaron alternativas a la industrialización de la agricultura, éste no progresó, aunque en Gran Bretaña el movimiento orgánico había cobrado fuerza en la década de 1940.
Muchas personas le otorgan al británico Sir Alfred Howard el crédito de ser el refundador de la agricultura ecológica, sin embargo hasta la década de 1970 las ideas de este y otros pensadores, fueron ignoradas.
La realidad es que casi la totalidad de la comunidad agrícola perseguía las suculentas ganancias de productividad prometidas por los nuevos fertilizantes y pesticidas sintéticos y por el uso de equipo mecánico más potente.
Sin pájaros
Después de la publicación del libro “Primavera silenciosa” de Rachel Carson en 1962 en el que critica el uso indiscriminado de pesticidas químicos, fertilizantes y herbicidas y cuyo título alude a la desaparición de los pájaros cantores a causa del DDT, los agricultores y consumidores comenzaron a cuestionarse los costos reales del empleo de pesticidas y fertilizantes sintéticos y los pequeños mercados de alimentos cultivados de forma natural comenzaron a evolucionar.
El "ser natural" que fue el enfoque de los años 1960 y 1970, el creciente interés de los consumidores en materia de salud y nutrición, el crecimiento del movimiento verde, el interés por los temas de conservación y ambientales estimularon el desarrollo del mercado de productos orgánicos y alentaron a los agricultores a adoptar métodos orgánicos y ecológicos para producir los alimentos.
A principios de la década de 1970 con la venta de productos orgánicos a través de tiendas de alimentos naturales y cooperativas agrícolas se establecieron los primeros organismos de certificación orgánica. El número de organismos de certificación privados creció rápidamente en todo el mundo y cada agencia tenía requisitos ligeramente diferentes.
Los productos eran ofrecidos sólo a través de las tiendas de alimentos en los años 1970 y 1980, pero en la década de 1990 el movimiento se extendió y alcanzó las góndolas de los supermercados. Hoy en día, los productos orgánicos ocupan sus propios espacios en las estanterías de primera en los principales centros de venta de alimentos.
Los alimentos ecológicos del siglo XXI
Las granjas orgánicas deben ser certificadas por organismos de certificación independientes aprobados por cada país. Este certificador revisa el plan de explotación para asegurarse de que cumple con las normas orgánicas y realiza visitas a las granjas para realizar inspecciones in situ.
Las fincas deben tener un plan para el control de plagas y nutrientes de manera que se mantenga o mejore la salud física, química y biológica del suelo y se reduzca al mínimo la erosión del suelo. El plan debe incluir la rotación de cultivos, los cultivos de cobertura y el saneamiento.
Todos los equipos utilizados con cultivos y productos convencionales deben limpiarse a fondo antes de que toquen los productos orgánicos. Esto incluye la maquinaria utilizada en los contenedores de campo, almacenamiento y transporte y la maquinaria en las plantas de procesamiento.
La ganadería ecológica debe ser alimentada en base a comidas orgánicas y no es posible utilizar antibióticos. Si un animal está enfermo y necesita ser tratado con antibióticos, su carne no se puede vender como orgánica.
Los materiales procedentes de la ingeniería genética no pueden ser utilizados en la agricultura orgánica o en la ganadería ecológica, ni en el procesamiento de alimentos, incluyendo semillas genéticamente modificadas, hormonas y enzimas.
http://www.ecoticias.com/especial-alimentos-ecologicos-2016/115561/Breve-historia-alimentacion-ecologica
No hay comentarios:
Publicar un comentario