jueves, 23 de septiembre de 2010

Barrios '20' minutos.

La necesidad de cortar las emisiones de carbono provenientes del transporte está haciendo crecer en las ciudades la idea del valor de lo local: si las escuelas, lugares de esparcimiento y centros comerciales están cerca de casa, se evita la necesidad de usar el auto constantemente. Además, el dejar el dinero en los barrios beneficia a los vecinos que manejan negocios, provoca una mejor distribución del ingreso y promueve las economías locales. 
En diferentes ciudades y barrios se está viendo un movimiento autogestionado de personas defendiendo en el valor de apoyar a negocios de barrio, pero en la ciudad de Portland esto está yendo aún más allá. Desde hace algunos años, la ciudad impulsa el concepto de barrios de '20 minutos', donde el trabajo, las escuelas, los centros comerciales, restaurantes y entretenimientos están a menos de 20 minutos de caminata desde las viviendas.


Como es evidente, la idea es que la gente no tenga que trasladarse grandes distancias para hacer su vida diaria, sino que tenga todas sus necesidades dentro de su comunidad. 
Esto trae beneficios económicos y ambientales, como explica el alcalde de la ciudad, Sam Adams, en una entrevista reciente con Fast Company: "Dos tercios de los viajes que se realizan en Portland y en la mayoría de las ciudades norteamericanas no son para ir y volver al trabajo. Así que si podemos ofrecer productos y servicios de calidad y a buenos precios, eliminar desiertos de comida, tener barrios con colegios, parques y facilidades, si podemos crear estos barrios completos de '20 minutos' por toda Portland, eso refuerza nuestra economía local", señala Adams. 
"Aquí manejamos 20% menos que en otras ciudades de tamaño similar, y como no fabricamos autos, producimos petróleo ni tenemos compañías aseguradoras de autos, cada dólar que no gastamos en otros lados, se queda en nuestra economía. Hay alrededor de 850 millones de dólares que se quedan en los bolsillos de las personas de Portland por manejar menos. Con barrios de 20 minutos, también se reducen los congestionamientos y podemos llegar a nuestros objetivos climáticos", agrega el alcalde. 
Es interesante esta consideración amplia de a dónde va a parar el dinero que se gasta en automóviles cuando la economía local no se beneficia con ellos. Pero aún más interesante es el hecho de que la promoción de las economías locales no necesita ser impulsada por un gobierno: está en poder de cada persona el elegir comprar en el negocio de barrio en lugar de las grandes cadenas de corporaciones cada día. Aún si no existe esta posibilidad, también está en poder de las personas crear alternativas de negocios y recursos locales. 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Electricidad del aire

El investigador de la Universidad de Campinas (Brasil) Fernando Galembeck pretende transformar la electricidad de la atmósfera en una nueva fuente de energía alternativa y renovable para el futuro. Así lo ha dado a conocer durante la última reunión de la Sociedad Americana de Química (ACS).
Para ello, se basa en un sistema que ha bautizado como higroelectricidad, al extraer la energía de la humedad del aire. En experimentos de laboratorio, Galembeck y su equipo han dejado en un entorno de gran humedad pequeñas partículas de sílice y fosfato de aluminio, y han demostrado que pueden acumular cargas eléctricas y transferirlas a otros materiales. El experimento confirma así la idea de que las gotas de vapor de agua presentes en la atmósfera están cargadas de electricidad y no son neutras, como se pensaba.
A partir de este sistema, señala el científico, se podrían crear en el futuro colectores, similares a las células solares, para capturar la higroelectricidad y aprovecharla en los hogares y en los lugares de trabajo. Al igual que los paneles fotovoltaicos extraen más energía cuanta más luz solar hay, los colectores higroeléctricos alcanzarían su mejor rendimiento en lugares muy húmedos.
La idea consistiría en colocar estos paneles higroeléctricos en los tejados de casas ubicadas en lugares donde las tormentas son frecuentes. Los paneles atraerían la electricidad del aire y prevendrían posibles descargas violentas en forma de rayos. Su equipo de investigación prueba diversos metales para identificar cuáles tienen más potencial para este objetivo.
Los impulsores de estos sistemas reconocen que todavía tienen un largo camino que recorrer antes de que se puedan comercializar. Para empezar, el sistema de Galembeck tiene un efecto cien millones más pequeño que el de cualquier célula solar. Marin Soljacic considera el trabajo del científico brasileño una buena área de investigación. Sin embargo, reconoce que el rendimiento obtenido le aleja por el momento de su uso en aplicaciones cotidianas.

Alma de cántaro

Debemos ser auténticos para con nuestra sensibilidad; fingir sentimientos es un pecado contra la imaginación", sostiene el premio Nobel, Seamos Heaney. Hay pues que estimularla y buscar los caminos por los cuales circule, para que no desfallezca en un bosque sin hojas, y termine reunida en un libro. Para ello, se necesitan puentes culturales y ellos son, precisamente, las revistas literarias.
A esta tarea se entregó el poeta Julio J. Casal, nacido en Montevideo en 1889, y quien muy joven se radicó en España, desempeñándose como Cónsul. Desde 1913, en La Coruña, llevó una activa vida cultural. Gracias a su poderosa vocación literaria, en 1923, dio nueva orientación a una publicación local y, de esa manera, nació su revista "Alfar". Como la modernidad era historia conocida, Julio J. Casal buscó otras genealogías. Y gracias a sus contactos, cercanos y lejanos, su revista alcanzó una estatura singular. Hacia 1926 retorna al Uruguay.
En Montevideo Julio J. Casal continuó publicando "Alfar". Dio a conocer treinta números, desde el 61 al 90, entre los años 1929 y diciembre de 1954, cuando fallece. Como vemos, en él, a quien adivinamos alma de cántaro, la poesía y la vida se acercaron hasta la confraternización.
No hay poeta de la generación española del 27 (baste mencionar sólo a uno, a Federico García Lorca, porque están todos) que no colaborara en estas páginas, como lo hicieron asimismo pares, donde estuvieren. Como un taller de sueños, en su revista a todo acogió y así amplificó el camino de la mejor poesía de nuestro idioma.
Y bien, ahora se ha digitalizado la obra de Julio J. Casal, reuniendo así la etapa montevideana de su revista "Alfar", en el período que va desde 1929 a 1955.
La tarea nació de las inquietudes culturales del profesor Walter Rela, quien asumió la coordinación de los trabajos, y con él colaboraron Nigel Dennis (profesor de St. Andrews Univ. Scotland, especialista en Julio Casal), la poeta Selva Casal y el periodista y escritor Álvaro Casal. Tenemos así, entonces, digitalizada la Colección completa de Alfar Montevideo, que es el testimonio de un momento de oro para la poesía iberoamericana, y que, desde hoy los interesados de este acelerado mundo en que vivimos podrán visitar, en forma gratuita, en el portal www.peuy.
Finalmente, coincidimos con estas líneas finales del mencionado prólogo de esta colección, del profesor escocés Nigel Dennis, quien elogia la iniciativa del profesor Walter Rela y dice: "el rescate de los números de "Alfar" publicados en Montevideo constituye todo un acontecimiento cultural, digno de la más calurosa acogida". Y agrega: "Desde estas lejanas tierras, me uno a ellos con gusto y con gran satisfacción personal, sabiendo que todo lector de esta preciosa edición facsimilar de la revista de Casal sacará gran provecho. Aplaudamos, pues, la realización de este proyecto, recordando que "Alfar" descubre toda una época en ebullición de la literatura uruguaya e hispanoamericana y ofrece un rico campo de estudio para cualquier investigador que se anime a repasar sus hermosas páginas".