jueves, 27 de junio de 2013

El día de la larga noche.

A 40 años del golpe de Estado, Uruguay recuerda hoy la caída institucional con heridas aún abiertas                                       
                                                  

El 27 de junio de 1973 amaneció frío en Uruguay. Los más madrugadores fueron los primeros en enterarse que oficialmente Uruguay dejaba de ser democrático. Esa mañana, temprano, a las 5 y 22, la población se enteraba por las radios tomadas por los militares, que hubo un  golpe de Estado. El hasta entonces presidente constitucional Juan María Bordaberry firmó el decreto 464/973 que lo mantenía en el poder y disolvió las cámaras. Con poca credibilidad en la opinión pública, prometió que no permanecería en el poder un día más del tiempo para el que fue electo.
Así comenzaron 11 años y nueve meses de oscuridad. Para algunos, el pacto con los comandantes se había sellado antes, en febrero, en la base de la Fuerza Aérea de Boiso Lanza, cuando el mandatario aceptó las exigencias militares para sobrevivir. En ese febrero, los uniformados desconocieron al nuevo ministro de Defensa, Antonio Francese, que sólo la Armada respaldó. Los marinos se abroquelaron en la Ciudad Vieja y el Ejército respondió sacando los tanques. El país ya era gobernado, desde Jorge Pacheco Areco como Presidente, con medidas prontas de seguridad.
Cuarenta años después –que se cumplen hoy– algunos de los protagonistas de entonces están presos, otros murieron, algunos son gobernantes, otros volvieron del exilio, varias heridas no cerraron y se continúa buscando a desaparecidos.
El  país estaba en llamas, los tupamaros derrotados militarmente y su dirección detenida –entre ellos el hoy presidente José Mujica– los trabajadores y estudiantes se manifestaban en las calles, el transporte estaba parado,  la CNT (Convención Nacional de Trabajadores) inició una huelga de 15 días y se apagó la llama de la refinería de La Teja, que fue un símbolo de la resistencia. Los militares, llamados por Bordaberry,  con la fuerza ilegal de los fusiles y los tanques, asumieron el control. La resistencia fue vencida, aunque tomó una forma más silenciosa.

Parlamento
El 26 de junio de 1973, un día antes del golpe, el Parlamento se aprontaba para su última sesión que nada tenía que ver con lo que estaba pasando. Por eso hubo dos plenarios. El primero sobre ANCAP y el segundo sobre la inestabilidad política que se vivía. 
Ese día, el presidente Bordaberry estaba en la residencia de Suárez y Reyes afectado de gripe, según las crónicas periodísticas. Ese fin de semana se había reunido con los comandantes. Un día después, una epidemia de gripe fue lo que adujeron los militares para cerrar los liceos.
Las noticias que llegaban al Parlamento desde el Prado no eran buenas. Un diputado, Martín Buada, de Por la Patria (Partido Nacional), confirmó que ya estaban redactados los decretos que disolverían las cámaras. La sesión extraordinaria del Senado se fijó para la hora 22 y 30. Ese día, la Cámara Alta resolvió investigar la muerte por tortura ocurrida en un cuartel de Paysandú.
Al principio no hubo quórum hasta que llegó, enfermo, el senador del Movimiento Por la Patria, Carminillo Mederos. También había ausencias notorias como la de Zelmar Michelini, que había viajado a Buenos Aires y alertó al senador Enrique Erro para que no regresara porque sería arrestado.
En sala había varios diputados. Algunos legisladores estaban armados. La sesión no fue muy larga. Poco después de medianoche del miércoles 27, el senador Wilson Ferreira Aldunate, líder del Partido Nacional, pidió la palabra y se concentró en los rumores que había para terminar con la democracia. “Si ello llegara a cumplirse es correcto decir que a Bordaberry y a sus cómplices los juzgará la historia”, dijo.
El senador usaba un tono alto y estaba rodeado de los suyos. “Estamos dispuestos a negociar, a lograr acuerdos con todos los hombres y mujeres, con todos los partidos, con todas las organizaciones que honradamente quieran defender la causa de la República. Con mi emoción más intensa, permitirán que antes de retirarme de sala arroje al rostro de los autores de este atentado el nombre de su más radical e irreconciliable enemigo, que será, no tengan la más mínima duda ,el vengador de la República ¡Viva el Partido Nacional!, gritó Wilson, golpeando su puño contra el pupitre. Wilson era de los que esa noche estaba armado y fue el policía que lo escoltó a la puerta quien  le ofreció esconderlo en su casa.
Luis Hierro Gambardella (colorado) recordó a Baltasar Brum, el expresidente que se había suicidado para no entregarse. Y Amílcar Vasconcellos (colorado) dijo que los tiranos  “sentirán el látigo de la historia sobre sus nombres y el de sus hijos como una mancha indeleble por la inmensa traición que cometen contra Uruguay”.
El Senado había rechazado el desafuero de Enrique Erro, a quien los militares vinculaban con la guerrilla tupamara.
Francisco Rodríguez Camusso (Frente Amplio) habló de los problemas sociales del país, de los jóvenes que se iban y exhortó al pueblo a organizarse.
Su colega, Enrique Rodríguez (comunista) tras un largo discurso dijo que más allá de todo surgiría un pueblo libre. “Después de esta jornada aciaga, en la calle, en la dura lucha, en las confrontaciones, en la sangre que seguramente verterán los que llevaron  al país a esta encrucijada, más allá de todo esto, surgirá un pueblo que como aquí se ha dicho no ha nacido para ser esclavo y en el centro de ese pueblo, que nadie lo dude, estarán las fuerzas que componen el núcleo político que nosotros representamos y dentro de él estará, lo digo con orgullo, con la bandera desplegada en su forma más alta y gallarda, la bandera, la clase trabajadora que nunca ha fallado a las causas populares y no fallará ahora”, dijo.
Paz Aguirre (colorado) cerró la sesión en su calidad de presidente. “No sé por cuánto tiempo las voces serán silenciadas. Sé que volverán más tarde o más temprano a hacerse oir”, afirmó. El reloj marcaba la hora 1.40 de la madrugada. Un aplauso cerró la sesión. Todos se fueron, algunos al exilio. Vasconcellos fue el último legislador en salir.

http://www.elobservador.com.uy/noticia/254013/el-dia-de-la-larga-noche/

martes, 25 de junio de 2013

Reportan que 70% de cenotes en Yucatán están infestados.


Un 70 por ciento los cenotes registrados en Yucatán (1,800) están infestados de bacterias provenientes del lavado de letrinas, actividades porcícolas o fosas sépticas y pesticidas, por lo que es prioritario su saneamiento y rescate, afirmó el arqueólogo y espeleólogo yucateco Sergio Grosjean Abimerhi.
Un cenote, del maya ts'ono'ot (caverna con agua), es una dolina (depresión geológica) inundada de origen kárstico que se encuentra en algunas cavernas profundas, como consecuencia de haberse derrumbado el techo de una o varias cuevas. Ahí se juntan las aguas subterráneas, formando un estanque más o menos profundo. Existen varios tipos de cenotes, a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta.
Esta clasificación está directamente relacionada con la edad del cenote, siendo maduros aquellos que se encuentran completamente abiertos y los más jóvenes los que todavía conservan su cúpula intacta.
Como otras muchas estructuras geomorfológicas, los cenotes son estructuras transitorias, que finalmente pueden terminar rellenos y desecados.
Algunos cenotes poseen rica variedad en flora y fauna de agua dulce en vías de extinción: el pez ciego de Yucatán, la damablanca ciega, la anguila ciega, la anguila de lodo, esponjas, bivalvos, camarones y crustáceos despigmentados, así como plancton.
Algunos de ellos también han sido poblados artificialmente con nuevas especies. En zonas muy cercanas a la costa, además de las especies antes mencionadas, se pueden encontrar algunos peces de agua salada como pargos y mojarras, que llegan por conductos subterráneos que comunican el fondo del cenote con el mar.
El problema toma dimensiones más complicadas, pues muchos de esos cenotes también suministran agua a miles de pozos que todavía son utilizados para beber, principalmente en la zona rural del estado, ante la falta de sistemas de suministro de agua potable.
Asimismo, un estudio dado a conocer recientemente por la Universidad Autónoma de Yucatán revela que en por lo menos 20 cenotes de 18 municipios del estado hay altas concentraciones de plaguicidas, que se transmiten a la sangre y la leche materna de las mujeres que toman habitualmente agua de esos pozos.
Entre los pesticidas que en Yucatán se utilizan para la agricultura y están prohibidos en el resto del mundo están el aldrín, bieldrín edulsofano y el DDT.
Una de las personas que han alzado la voz para tratar de poner un freno a esta amenaza es el arqueólogo y espeleólogo yucateco Sergio Grosjean Abimerhi, con más de 10 años dedicado al rescate e investigación de los cenotes de la Península de Yucatán.
“Hay situaciones alarmantes, como la contaminación por pesticidas que ocasionan enfermedades y cánceres –de mama u ovario–, así como malformaciones congénitas y mortalidad neonatal”, subrayó.
El investigador citó sitios como Kambul, en la comisaría de Noc-Ac; el Tza Itza, en Tecoh, así como La Guadalupana, en la población de Homún.
Los dos primeros poseen partículas coliformes fecales, aunado a esta situación están las toneladas de basura depositadas en el fondo de este cenote, así como preservativos, botellas, plásticos, ventiladores, llantas y muebles que han sido arrojados durante años.
“Estos desperdicios no sólo ponen en grave riesgo a los visitantes, sino a las especies que habitan en esos pozos. En el cenote Kambul, donde hasta hace una década era evidente el dominio de especies como el pez ciego, ahora es muy difícil de observar”, apuntó.
“Durante años hemos observado cómo la fauna de los cenotes y cuevas desaparece debido a factores que parecen inofensivos, como introducir especies de peces ajenas a ese hábitat, las cuales al competir por espacio y recursos depredan especies y crustáceos nativos, incluso endémicos”, apuntó.
La investigación de Sergio Grosjean reportó que en Yucatán se generan unos seis millones 95 mil 500 metros cúbicos anuales de aguas residuales porcinas, de las cuales 37 por ciento no recibe tratamiento y son dispuestas de forma inadecuada, contaminando con desechos orgánicos las aguas subterráneas en cenotes.
Ante ello, el gobierno del estado ha iniciado desde hace unos dos años un programa de limpieza de cenotes en el que ha participado el propio Grosjean y su equipo de colaboradores, y ha iniciado una campaña de concientización sobre la necesidad de cuidar esos ojos de agua.
El secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Batllori Sampedro, informó que desde 2011 se han invertido recursos para la limpieza y rescate de unos 50 cenotes ubicados en más de 10 municipios de la entidad.
Indicó que esos trabajos regresaron el esplendor a esos ojos de agua subterráneos, para sumarlos a los atractivos que tiene Yucatán, con el objetivo de atraer turistas de otros puntos de la entidad y del extranjero.
Al mismo tiempo, continuó, con ese trabajo que promueve el gobierno del estado, se recuperan importantes hábitats de varias especies de flora y fauna local.
“Estamos trabajando en puntos como Huhí, Homún, Seyé, Tecoh, Acanceh, Cuzamá, área denominada anillo de cenotes, conformado por más de 50 de ese tipo de ecosistemas”, explicó.
El funcionario estatal indicó que por ahí se filtra agua que alimenta a las plantas potabilizadoras de Mérida, por ello el saneamiento de los cenotes no significa nada más la limpieza superficial y subacuática, sino buscar puntos de contaminación.
También dijo que dentro del plan se incluye la propuesta de impulsar entre la población de esas comunidades el pago por servicios ambientales, así como los apoyos a los porcicultores que modifiquen sus modos de producción por sistemas no contaminantes.
“Hablamos del uso de pesticidas, herbicidas, de fertilizantes, de químicos, enseñar a trabajar en los sitios de disposición final, fosas sépticas, promover que haya baños ecológicos para que en esa zona haya agua limpia”.
Reconoció que el tema del rescate y saneamiento de los cenotes es un trabajo grande y arduo “pero poco a poco hemos ido hacia adelante y tenemos que entender que este es un asunto que necesita no solo del apoyo del gobierno, sino de todos los ciudadanos, en especial de las comunidades que viven en sus alrededores.

http://es-us.noticias.yahoo.com/reportan-70-cenotes-yucat%C3%A1n-infestados-175639148.html