sábado, 20 de junio de 2015

Ante el cierre de fronteras, los inmigrantes se vuelcan hacia rutas más peligrosas.




Las políticas europeas de protección fronteriza suelen tener como principal logro el de desplazar los inmigrantes de una ruta a otra.

Habría podido ser un intento de salto más. Pero esta vez, el pasado 6 de febrero, Desiré consiguió entrar. Era el cuarto intento de saltar la valla de este joven camerunés, según contó a este periódico. En esta ocasión lo logró. Pero el mismo muro de alambre y cuchillas echó para atrás a decenas de migrantes que, como Desiré, llevaban meses en camino desde África Subsahariana a Europa. Algunos de ellos lo intentaron por otra vía. Quisieron rodear, por mar, la frontera. La decisión se revelaría mortal para quince de ellos.
Lo que ocurrió en Ceuta, que levantó la indignación internacional, resume a pequeña escala lo que acontece desde hace años en la mayoría de rutas de inmigración hacia Europa. Ante fronteras cada vez más militarizadas, los inmigrantes asumen riesgos por vías más peligrosas.
Una investigación que El Confidencial ha llevado a cabo junto a diez periodistas de seis países Europeos ha permitido crear la base de datos más completa hasta la fecha sobre inmigrantes fallecidos en su intento de alcanzar el Viejo Continente. Gracias al análisis de estos datos, que se pueden consultar en la web del proyecto, The Migrants Files, y a su comparación con los de la Agencia Europea Frontex, se ha identificado cómo las políticas de cierre de fronteras que intentan disminuir las entradas de inmigrantes irregulares, aumentan, a la vez, la posibilidad de que estos mueran en su intento de alcanzar la ‘Fortaleza Europea’. 23.000 han fallecido en el intento en los últimos trece años, según los datos recogidos durante la investigación.
En 2013, los datos de Frontex indican que más inmigrantes han intentado llegar a Europa por vía marítima que por terrestre, dando la vuelta a la tendencia de los dos años anteriores. Cruzar el Mediterráneo ha supuesto el camino de ingreso para el 60% de los inmigrantes que llegaron al continente. Es en este tipo de rutas, según los datos recopilados para esta investigación, donde se producen 8 de cada diez muertes.

Tanto la ruta que cruza el Mediterráneo desde Libia y Túnez hasta Italia y Malta y la que lo rodea a través de Grecia y Turquía son las más peligrosas. Y, en 2013, han vuelto a poblarse. Como hicieron los amigos de Desiré, es cada vez más hacia caminos inseguros donde se está redirigiendo la entrada de migrantes en Europa.  
De ruta en ruta
Frontex recoge información detallada por cada una de las rutas que, en las últimas décadas, los inmigrantes irregulares eligen para llegar a Europa.   
Además de los aeropuertos, puerta de ingreso principal, existen ocho rutas habituales. A partir de la afluencia de migrantes en cada una de ellas, la Agencia, en colaboración con diferentes Estados europeos, lleva a cabo operaciones orientadas a disminuir el número de irregulares que acceden a las diferentes fronteras. 
"Los inmigrantes sólo son noticia cuando llegan a este lado", argumenta Amparo González, investigadora del CSIC que, a través del proyecto MAFE, ha analizado las costumbres de los inmigrantes senegaleses en su trayecto hacia Europa. En las entrevistas llevadas a cabo a inmigrantes llegados a varios países europeos emerge el mismo patrón: todos lo intentan más de una vez. El cierre de una vía no les echa para atrás: "Es una cuestión lógica de vasos comunicantes: si cierras un lado, se hace más presión por el otro", explica González a este periódico.

Un ejemplo de ello es lo que ocurre en la ruta donde, en los últimos cuatro años, se ha detectado uno de cada tres intentos de ingresos ilegales. Se trata de la llamada ruta del Mediterráneo del Este, y une Turquía con Grecia: ha sido la más poblada del período analizado. A finales de 2010, en la zona llegó a concentrarse hasta el 60% de todos los que se detectaron en el continente. Y, en ese período, el camino vía tierra, el menos peligroso, era el más utilizado. 
Fue por ello que para el año siguiente Frontex movilizó sus efectivos de cara a la Operación Poseidón. Menos de un año después, el país empezaba la construcción de una valla de doce kilómetros en su frontera con Turquía, cerca de la localidad de Orestiada, completada en diciembre de 2012. En los dos años, los irregulares identificados bajarían de 55.000 hasta 32.000 por año.
La otra cara de este resultado, sin embargo, se encuentra en los números de fallecidos, una información que Frontex no recoge. Los datos de The Migrants Files indican que en 2010 murió un migrante por cada 200 que intentaron entrar por esta ruta. En 2012 lo hizo uno de cada 30.
¿Las razones? La misma Frontex, en su último informe de 2011, daba algunas pinceladas sobre lo que estaba ocurriendo: un cambio de ruta para elegir, de nuevo, la travesía por mar. "Las operaciones han causado un ligero efecto de desplazamiento hacia la frontera marítima entre Grecia y Turquía y hacia la terrestre entre Grecia y Bulgaria", se lee en el informe. 
Ese ligero desplazamiento se ha convertido rápidamente en un cambio de flujo en una ruta que, en 2012, eligió el 30% de los inmigrantes que entraron a Europa por estas vías.
Según detalla Frontex en su informe del primer cuatrimestre de 2013, el mar Egeo, que baña Turquía y Grecia, ha marcado un récord de intentos de entradas. A mitad del año, cuando se añaden las buenas condiciones meteorológicas, la zona se convierte de forma oficial en un nuevo “punto caliente” de entrada de inmigrantes. Durante todo el año, 11.800 personas intentaron entrar a Europa por esta vía, el mismo número que en los tres años anteriores juntos.
Mediterráneo, cementerio de migrantes y fuente de dinero negro
Esta situación no se produce sólo en la Ruta Este del Mediterráneo: la más directa hacia los países europeos es otra y más mediática. Según los datos de Frontex del último año, a los que esta investigación ha tenido acceso en exclusiva, la Ruta Central del Mediterráneo ha sido la que el más ha crecido en 2013, un año en el que 107.000 inmigrantes alcanzaron las costas europeas.
Esta ruta es, a día de hoy, la que más vidas se cobra. Lo ha sido siempre desde que Frontex recoge datos: el ratio de muertes en 2012, según los datos recopilados para esta investigación, indica que más de cuatro de cada cien migrantes que intentaron alcanzar Europa murieron en el intento.
La misma Frontex, en su último informe de 2011, daba algunas pinceladas sobre lo que estaba ocurriendo en Grecia: un cambio de ruta para elegir, de nuevo, la travesía por mar.Los datos de los primeros meses de 2014 indican un claro incremento de los inmigrantes que han decidido utilizar esta ruta. Su destino inicial suele ser Italia. Entre el 1 de enero y el 28 de Febrero, 4.776 personas se habían embarcado en este viaje desde Libia. Hace un año, en el mismo período, habían sido 449. El crecimiento producido durante este año ha tenido directas consecuencias sobre los grupos criminales que facilitan los traslados.
Christer Zettergren, exsecretario de la Cruz Roja en Suecia, encabeza la unidad de inteligencia en la Unidad de Migraciones del país nórdico, añorado destino final para muchos de los migrantes que llegan a las puertas de Europa. La Unidad se dedica a recolectar y analizar datos de los flujos migratorios, que facilita al Gobierno y a los miembros de la UE. "En este momento hay muchas más mafias que están aprovechándose de la situación", asegura a este diario.
"Se han dado cuenta de la alta probabilidad de que los barcos de los inmigrantes sean cazados por la policía que controla el canal de Sicilia, en Italia", explica. Las acciones de los guardacostas italianos están siendo miradas en este trozo de la Ruta del Mediterráneo Central.
"Es así como 'venden' y hacen cotizar al alza su oferta, dando lugar a una más alta demanda". Garantizan un viaje lejos de la vista de las autoridades, pero "esto provoca que tomen riesgos más altos, rutas más largas y vendan sus viajes incluso si la mar está agitada", remata Zettergren.
En las costas italianas se lanzó la Operación Mare Nostrum el pasado mes de octubre, como reacción al naufragio de Lampedusa, una tragedia que llevó a Cecilia Malmström, comisaria europea, a pedir a Frontex que organizara misiones de rescate que rastrearan la zona desde España hasta Chipre.
Es justamente en ese lado del Mediterráneo donde está aumentado el flujo migratorio. En opinión de Zettergren, se espera que cada vez más personas intenten Grecia desde las costas de Turquía. "Son muchos los sirios, por ejemplo, que aguardan en Turquía para entrar", detalla, respaldado por los análisis de Frontex. Las ventajas de tomar esta ruta son la distancia más corta del trayecto marítimo –con respeto a la ruta central– y la menor probabilidad de que se registren sus huellas digitales al entrar en Grecia.
Las tendencias para 2014 confirman esta lógica, que se está aplicando a otras rutas. Muchos migrantes desde países de habla franceses –Mali y Senegal sobre todo– ahora prefieren enfrentarse a un viaje más largo hasta Francia zarpando desde Libia, y ya no saltando la valla de Ceuta y Melilla.
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The Migrants Files es un proyecto de periodismo de datos impulsado por  Journalism++ SAS,Journalism++ Stockholm y Dataninja en colaboración con Neue Zürcher ZeitungEl ConfidencialSydsvenskan y Radiobubble, además de los periodistas freelance Jean-Marc Manach y Jacopo OttavianiJournalismFund.eu ha financiado gran parte del proyecto.
Las principales fuentes de datos se han obtenido del trabajo previo realizado por United for Intercultural Action, por el periodista Gabriele Del Grande en su Fortress Europe y por Puls, al que se ha añadido el trabajo de investigación de los diferentes colaboradores.
Dieciséis estudiantes del Laboratorio de Periodismo de Datos de la Universidad de Bolonia han contribuido al proyecto contrastando los detalles de cada fallecimiento bajo la supervisión del profesor Carlo Gubitosa.

http://www.elconfidencial.com/mundo/2014-03-31/ante-el-cierre-de-fronteras-los-inmigrantes-se-vuelcan-hacia-rutas-mas-peligrosas_109006/