jueves, 21 de marzo de 2013

Los hispanos están menos segregados en EE.UU.


Sudamericanos, puertorriqueños y cubanos se están asentando entre la población existente en Estados Unidos con más facilidad que los mexicanos, el mayor grupo hispano en ese país, una tendencia que tiene implicaciones para la política, la economía y otras áreas de la vida diaria estadounidense.

En otra revelación de un estudio sobre hispanos en EE.UU. que fue divulgado el miércoles, la cantidad de hondureños, guatemaltecos y ciudadanos de otros países ha crecido más rápidamente que la de mexicanos, quienes siguen representando seis de cada 10 hispanos en EE.UU., desde 1990. En total, 50,5 millones de residentes en EE.UU. tienen origen en países donde se habla español.

Los sudamericanos, incluidos argentinos y venezolanos, tienen los niveles más altos de educación y son los menos segregados frente a otros grupos étnicos en EE.UU., incluso si llevan menos tiempo en el país, según el estudio.

Desde 1990, todos los grupos, excepto los mexicanos, experimentaron un descenso significativo en la segregación residencial frente a los blancos, según la medida más común de segregación, el "índice de disimilitud", que mide la distribución de dos grupos en un vecindario y cuán sobre o sub representando está uno en relación al otro.

"Uno hubiera pensado que los grupos más nuevos, que crecen más rápido, serían los que mantendrían límites y que los mexicanos, con tantos residentes de segunda y tercera generación acá, se estarían dispersando", afirmó John Logan, coautor del informe "Hispanos en Estados Unidos: no sólo mexicanos".

En lugar de eso, "algunas líneas divisorias fuertes que enfrentan grupos más pequeños parecen estar desapareciendo con el tiempo", indicó Logan. Su ensayo es parte del Proyecto EE.UU. 2010 de la Universidad de Brown, una serie de investigación demográfica basada en análisis de datos del censo sobre distintos grupos de hispanos, incluidos los que son inmigrantes y los que nacieron en EE.UU.

Hace cuatro décadas, el gobierno federal identificó como "hispanos" a la masa creciente de personas con orígenes en América Latina y el Caribe. Son un grupo multirracial, multiétnico y multicultural: los argentinos suelen descender de italianos y españoles blancos; los dominicanos suelen ser negros. Los políticos y especialistas en marketing que quieren llamar la atención de los hispanos deben estar conscientes de las grandes diferencias que hay entre ellos, afirman los expertos, porque no son un monolito.

"Compartir el idioma es importante, pero también es importante ser conscientes de que la mayoría de los mexicanos no son inmigrantes, que los sudamericanos tienen educación e ingresos relativamente altos, y que muchos de los hispanos con menos ventajas son inmigrantes de América Central, grupo que crece con rapidez", indicó Logan.

Cabe aclarar que unificar el grupo en un bloque ha ayudado a los latinos a emerger como fuerza política. Desde que eclipsaron a los afroamericanos para convertirse en la principal minoría de EE.UU. alrededor de 2000, el grupo se ha seguido expandiendo, y ha más que duplicado su tamaño desde 1990.

En 2010, había casi 32 millones de mexicanos en EE.UU. según el censo. El país también era el hogar de cuatro millones de centroamericanos, tres veces más que en 1990, y 2,8 millones de sudamericanos, incluidos colombianos, ecuatorianos y brasileños, un aumento frente al millón de personas de dos décadas atrás.

Las implicaciones políticas a largo plazo de estas tendencias no están del todo claras. "Hoy, los grupos no mexicanos aún son relativamente pequeños y tienen una participación relativamente alta en la categoría de no ciudadanos", sostuvo Louis DeSipio, profesor de ciencias políticas de la Universidad de California, en Irvine. "A medida que la población envejece y tiene hijos nacidos en el país, el significado de latino probablemente se volverá más difuso".

El estudio descubrió que los cubanos y sudamericanos viven en vecindarios donde el ingreso medio por hogar y su proporción de universitarios, 30%, está a la par de vecindarios habitados por blancos.

En muchas ciudades puede ser más difícil para los mexicanos integrarse con otros grupos, ya que son muy numerosos. Su segregación residencial relativamente alta puede atribuirse en parte a su bajo estatus socioeconómico, indicó Daniel Cornfield, profesor de la Universidad de Vanderbilt que estudia inmigración. La proporción de mexicanos que tienen un título universitario, 7,3%, es menor que la de varios de los otros grupos hispanos, según el censo.

Los hispanos que no son mexicanos se han integrado con blancos al irse de zonas donde estaban altamente concentrados.

De todas formas, hay un largo camino por recorrer antes de que los latinos se incorporen completamente en la sociedad estadounidense. "Sólo los sudamericanos parecen estar alcanzando lo que llamaría una integración modesta", dijo Logan.

Por MIRIAM JORDAN
http://online.wsj.com/article/SB10001424127887324557804578372843843090294.html

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