viernes, 3 de julio de 2015

LA BASURA de los BUQUES.



Los cruceros también generan grandes cantidades de desechos sólidos que deben ser eliminados en el mar, en un puerto de recalada o bien en el puerto de origen. Por razones económicas se decide que el espacio limitado a bordo es mejor aprovechado por pasajeros e instalaciones de apoyo; existen también razones de higiene para no acumular desechos durante una travesía. Por lo tanto, la industria de cruceros debe balancear sus intereses económicos y de higiene con la protección del medio ambiente marino.
Debido a la reglamentación más estricta, mayor escrutinio del público y mayor conciencia de la industria, los cruceros están adoptando técnicas en prevención de la contaminación que limitan o eliminan la descarga de desechos en el mar.
A nivel mundial, las aguas residuales siguen constituyendo, por volumen, la mayor fuente contaminante del medio ambiente marino y costero. Además, las descargas costeras de aguas servidas han aumentado dramáticamente en las últimas tres décadas. Más aun, debido a la alta demanda de agua en sectores urbanos, el suministro de agua tiende a sobrepasar la capacidad del alcantarillado, incrementando el volumen de aguas residuales.
Todo lo que pasa por los alcantarillados finalmente llega al mar. Esto incluye todos los desechos de los baños, máquinas lavadoras, bañeras, lava vajillas, etc.; aguas residuales de las industrias, incluso químicos como pinturas y fertilizantes. Finalmente todos los contaminantes de las aguas residuales se suman y pueden ocasionar graves problemas por falta de oxígeno para los organismos y aguas envenenadas.
Una fuente de contaminación marina que ha sido el foco de mucha publicidad son los buques cruceros. Por años los cruceros han sido sinónimo de lujo y confort, el paraíso de los prósperos. En años más recientes, los cruceros se han puesto al alcance de mayor cantidad de personas.
Durante el año 2000, las compañías navieras organizadoras de cruceros internacionales, transportaron 9,7 millones de pasajeros, generando una facturación total de aproximadamente U$S 13 billones. La creciente demanda se basa cada vez más en la repetición de pasajeros. A fines de 2001, la capacidad total aumentó a 235.000 'literas bajas' en 273 naves.
No obstante, estas 'vacaciones soñadas' no han estado exentas de problemas, y varios incidentes recientes han sugerido que la industria de los cruceros constituye un aspecto de la navegación comercial con impacto medio ambiental oculto. Los buques cruceros son verdaderas ciudades flotantes, llevando hasta 5.000 personas y viajando por las aguas mas cristalinas de los océanos.
El crucero promedio con 3.000 pasajeros y tripulación genera diariamente hasta:
115 toneladas de aguas servidas o 'aguas negras' (CLOACALES)
960 toneladas de aguas sucias de lavanderías, duchas, lava-vajillas que incluyen químicos tóxicos (llamadas 'aguas grises')
3 toneladas de agua de sentinas
1,000 toneladas de agua de lastre que contiene flora y fauna de localidades lejanas y es descargada en puertos y bahías.
7 toneladas de basura y desechos sólidos
60 litros de químicos tóxicos.
Contaminantes del aire equivalente a 12.000 automóviles.
Los problemas de salud pública debido a la contaminación de aguas costeras con patógenos de las aguas servidas eran conocidos en los años 1970. Muchos de los países desarrollados mejoraron el tratamiento de aguas servidas y redujeron el ingreso de los desechos industriales y algunos contaminantes domésticos a los sistemas municipales, mejorando la calidad del agua significativamente. Sin embargo, los países en desarrollo y en transición no se han mantenido vigentes en el desarrollo de instalaciones sanitarias básicas y sistemas sanitarios urbanos y de tratamiento de aguas residuales.
Los altos costos de capital, la expansión explosiva de urbanización y en muchos casos la limitada capacidad técnica, administrativa y financiera de planificación y gestión urbana, sumados a la necesidad de operar sistemas de tratamiento de aguas vigentes, han detenido el tratamiento eficiente de aguas residuales. Se necesita, en forma urgente, quitar estas barreras y encontrar enfoques alternativos para solucionar estos problemas.
Las pruebas más recientes indican que existen riesgos de enfermedades gastrointestinales por bañarse en aguas que incluso cumplen con las normas vigentes de contenido microbiológico y que la contaminación del mar con aguas residuales constituye un problema de salud a nivel mundial. Sin lugar a duda, la descarga de aguas residuales al medio ambiente marino es el contaminante de mayor volumen. Las aguas residuales sin tratar, fluyen al mar y contaminan las aguas limpias.
Las aguas residuales continent beseeches industriales, agua de lluvia y aguas domesticas de bañeras, lavadoras, grasas, materia fecal y un sin fin de productos desechados por el alcantarillado. Las aguas servidas sin tratar contienen desechos tales como condones, palitos de algodón y productos sanitarios. La materia fecal en concentraciones bajas tiene poco efecto en el medio ambiente marino e incluso puede beneficiar el ecosistema por la introducción de partículas y nutrientes. La contaminación por aguas residuales ocurre con las altas concentraciones de desechos industriales y domésticos sin tratar.
La zona costera contiene hábitat diversos y productivos que son importantes para los asentamientos humanos, el desarrollo y la subsistencia local. Más de la mitad de la población del mundo vive a menos de 60 kilómetros de la costa, y esa proporción podría elevarse a las tres cuartas partes para el año 2020. Muchos de los pobres del mundo están hacinados en las zonas costeras. Los recursos costeros son vitales para muchas comunidades locales y para muchas poblaciones indígenas. La zona económica exclusiva también es una importante zona marina en la que los Estados se encargan del desarrollo y la conservación de los recursos naturales en beneficio de sus pueblos.
El medio marino, a saber, los océanos, todos los mares y las zonas costeras adyacentes, constituye un todo integrado que es un componente esencial del sistema mundial de sustentación de la vida y un valioso recurso que ofrece posibilidades para un desarrollo sostenible.

Fuente: EIlen Hines. Freshwater & Marrne Pol!ution, Department of Geography & Human Environmentaf Studies, San Francisco State University, October 2002
European Commission, DG VII - 83: Transport research - Fourth framework programme -EMARC - MARPOL rules and ship generated waste, Luxembourg, 1999
Greenpeace Research Laboratories: Greenpeace Report on the World's Qceans, May 1998
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U.S. Academy of Sciences, 1997
Natíonal Research Council (NRC): Clean Ships, Olean Ports, Olean Oceans: Controlling Garbage and Plastic Wastes at Sea, National Academy Press, 1995
Brillat, T.H., M. Liffman: The lmplications of MARPQLAnnex Von the Management of ports and coastal communities, Coastal Management 19(3): 37-390, 1991


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