Inspirados en las manifestaciones de protesta ocurridas en medio oriente y el norte de África, los españoles dieron inicio al movimiento de indignados que pide el cambio del sistema económico y político. El reclamo, que se hizo extensivo a Europa, ha llegado ahora a Estados Unidos, en donde el día de ayer, 5 de octubre, cerca de 10000 manifestantes marcharon por las calles de Manhattan, liderados por el movimiento Ocuppy Wall Street. Los jóvenes de Nueva York lo tienen muy claro; claman contra la crisis económica y los abusos de la banca. El espíritu que los anima es el mismo que mueve hoy a los europeos; buscan dar voz al 99 por ciento de la población y protestan contra el 1 por ciento que aún con la crisis mundial sigue enriqueciéndose.
Aquí, información del pasado lunes y un texto de Irene Selser titulado: "Las mejores frases de los indignados".
"No somos antisistema, el sistema es antinosotros" y "Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir", son algunos de los dichos que, como ocurriera cuatro décadas atrás con la generación del Mayo francés y sus emblemáticos "No ponga parches, la estructura está podrida", "Sean realistas, pidan lo imposible" o "La barricada cierra la calle pero abre la vía", han nacido al calor de las protestas de los indignados desde ese 15 de mayo en Madrid (sin contar las consignas de los jóvenes de la primavera árabe, que en verdad desataron esta oleada mundial).
"Me sobra mes a final de sueldo", "Se alquila esclavo" o bien "No falta el dinero. Sobran ladrones", ilustran al igual que los grafitis en las paredes de la Sorbona en 1968 o las consignas insurreccionales de 1969 en la Argentina del Cordobazo, el sentir de una nueva generación, exasperada ante la falta de oportunidades y frente al codicioso "ganar ganar" de los grandes bancos y los grandes consorcios, que a pesar de haber conducido al planeta al desbarajuste siguen lucrando con la crisis a costa de los recursos públicos y de los programas sociales.
Otros lemas destacan: "Se puede acampar para ver a Justin Bieber, pero no para defender nuestros derechos", "Mis sueños no caben en tus urnas" o esta otra perla, "Rebelde sin casa", que se nutre del clásico de la cultura de los 60 y 70, Rebelde sin causa (con James Dean y Natalie Wood), sin duda uno de los mejores productos de la cinematografía mundial.
"¿Dónde está la izquierda? Al fondo de la derecha", "Ni cara A, ni cara B, queremos cambiar de disco", "No apagues la televisión… Podrías pensar", aluden al mismo malestar contra los partidos políticos y los medios de "comunicación", que hace 40 años se expresó en las consignas "Somos demasiado jóvenes para esperar", "Dios: sospecho que eres un intelectual de izquierda" o "¡Viva la comunicación! ¡Abajo la telecomunicación!".
Igual que hoy en Europa o con el flamante movimiento de los indignados de Estados Unidos anti-Wall Street, como centro simbólico del mundo corporativo, la generación del Mayo francés no se planteó la toma del poder ni la insurrección abierta contra el Estado. Más bien, como resonaban ayer las consignas en Manhattan, se trata de "Igualdad y democracia" porque "Somos el 99 por ciento".
Y ya que los indignados de todas partes son en su mayoría jóvenes, no les falta el buen humor ni la poesía: "¿Qué tal os va por España"? —Pues, no nos podemos quejar—. O sea, que bien ¿no? —No, que no nos podemos quejar." Y esta otra: "Democracia, me gustas porque estás como ausente".
Irene Selser
No hay comentarios:
Publicar un comentario